sábado, 18 de mayo de 2013

Desempleo.


Recordemos que el desempleo es la falta del trabajo, para la población activa que está en edad de producir –según la RAE: paro forzoso- . Según las causas que lo provocan podemos distinguir:

  •          Desempleo friccional o transitorio. Se produce cuando las personas cambian de trabajo y se quedan temporalmente en paro o cuando se busca el primer empleo al terminar los estudios, o sencillamente porque se prefiere estar un tiempo sin trabajar para mejorar la formación profesional o para cuidar de los hijos. El paro en estas circunstancias no supone ningún problema social.
  •      Desempleo estacional. Se genera en determinadas épocas del año. Por ejemplo, en España es muy frecuente en el sector hostelero de zonas turísticas costeras cuando termina el verano, o en los trabajos agrícolas cuando termina la época de recolección.
  •          Desempleo cíclico. Se produce en épocas de crisis económica; la producción disminuye y, por tanto, hay personas que pierden su empleo hasta que la actividad económica se recupera.
  •         Desempleo estructural. Se produce por desajustes en la cualificación entre los puestos de trabajo que se ofrecen  y los que se demandan. Mientras que unos sectores económicos están en auge (nuevas tecnologías, geriatría, etc.), otros están en declive y necesitan reconvertirse (minería, siderurgia, etc.). El trasvase de trabajadores de sectores en declive (en los que sobran trabajadores) a otros sectores no siempre resulta fácil. En estos procesos, el desempleo dura mientras las personas se adaptan y se forman (o cambian de localidad geográfica) para adecuarse a las exigencias de los nuevos trabajos.



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